Sij, sijismo. Tal vez estas dos palabras te sean desconocidas pero como siempre se ha dicho, una imagen vale más que mil palabras y la imagen que acompaña esta entrada es de un sij.

El sijismo es una de las principales religiones de la India y sus seguidores son llamados sijs, que significa “aprendices”. De entre todos los practicantes del país, los sijs son fácilmente reconocibles por sus llamativos turbantes. Probablemente ahora no tengas dudas de a quiénes nos estamos refiriendo.

El sijismo no es en absoluto una religión mayoritaria en la India, como sí ocurre con el hinduismo. La gran mayoría de sus cerca de 24 millones de seguidores, se concentra principalmente en la región septentrional del Punjab, donde se ubica su templo más sagrado, el templo dorado, en la ciudad de Amritsar, muy cerca de la frontera con Pakistán.

Además de los coloridos turbantes, los sijs se caracterizan por llevar consigo cinco elementos que representan sus ideales y los distinguen de los seguidores de otras fes. Son los siguientes:

  1. El pelo sin cortar, que esconden con arte debajo del turbante.
  2. Un peine de madera, para peinarse antes de hacerse el turbante.
  3. Un brazalete metálico
  4. Una daga de hierro
  5. Ropa interior holgada y de algodón

Cualquier persona es bienvenida en los templos sijs, también llamados Gurdwaras, que significa Puerta que lleva al Gurú o residencia del Gurú. En cualquier caso, si deseas visitar alguno, cualquiera que sea, has de tener en cuenta estas dos reglas imprescindibles:

  1. Debes llevar la cabeza cubierta, si no tienes con qué ellos te proporcionarán allí un pañuelo.
  2. Debes descalzarte de zapatos y calcetines y lavar tus pies antes de entrar

Cada Gurdwara tiene su Langar, donde se sirve comida gratis a quien quiera. Se trata de una vianda simple y vegetariana a pesar de que esta religión no prohíbe comer carnes, pescados ni huevos. El menú suele incluir chapati (un tipo de pan); dal (legumbres); verduras y la versión india del arroz con leche.